jueves, 2 de septiembre de 2010

EL CACHORRO HUMANO

Dos seres se han unido, y por esos milagros del universo y la biología, ha resultado un tercero. Claramente no es fruto del amor, más que del amor narcisista de sus padres. Claramente no es el instinto de preservación de la especie, para bien o para mal, distamos mucho de nuestros antepasados que no mediaban entre el instinto y el acto de no usar preservativo.
Ve la luz, y es feo, digámoslo, como todos los bebés al nacer, pero sus padres y los padres de sus padres lo aman.
Pero ¡atención! Estos padres no han dado a luz a un sujeto, han parido barro, arcilla y están prestos a moldearlo.
Desde que nacemos somos un cachorro humano, listo para ser domesticado.
¿Qué otra posibilidad queda? Somos sujetos sociales. 


8 comentarios:

  1. Te cuestionaría solamente el "domesticado".

    De nuevo, la experiencia vs la reproducción/ la experiencia a veces + reproducción otras/ la experiencia y la reproducción todo junto/ etc etc etc.

    Es que usted a veces peca (sip) de purismos, me di cuenta anoche.

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  2. No planteo, a mi parecer, un sujeto que es sólo domesticación. Sí un sujeto que al nacer lo es, y en su primer desarrollo lo es.
    Después, verá que hace con lo que han hecho de él.

    En resumen, desconozco porque se me acusa de purista. Y reafirmo absolutamente, ja, el domesticado.

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  3. Freud decía que desde el primer sorbo de leche estamos inmersos en la cultura, ese cachorro(no es muy distinto a un perrito), solo es sujeto en la medida que hay una estructura, la del lenguaje, que organiza a través de la misma un universo de representaciones. Es correcto lo de la domesticación, pero solo en la medida que hay un Otro, hay un Yo tal como lo conocemos.

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  4. Más allá del lenguaje no hay mundo, sintetizaría brillantemente alguien que no recuerdo. El lenguaje en todas sus manifestaciones. No es mi intención criticar a Freud, lejos de mí. Pero creo que incluso antes del primer sorbo de leche, ya desde que dos manos nos apretujan la cabeza para que salgamos de dónde retozábamos tan plácidamente, ya en la nalgada para que lloremos, se demuestra este poderío de los otros volviéndonos su objeto.

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  5. No se te ocurre que somos su objeto desde antes del nacimiento? Ahí donde ya somos pensados, nombrados y hablados, y aunque en algún caso que otro, incluso deseados... tal vez no en tanto seres pensantes, sino en tanto objetos a investir libidinalmente, ahí donde nuestro narcisismo se apuntala sobre el de nuestros progenitores.

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  6. Sí, sin duda somos "su" objeto desde que se plenifica nuestra existencia. Pero, como sujeto no nato y no condicionado a sus deformaciones hasta ese momento, poco me importa. Si me invisten libidinalmente o no, queda a discusión de aquellos que creen en la investidura libidinal. Porque calculo que te darás cuenta que una vez más la discusión ha caído en las garras del psicoanálisis cuando no fue planteada en ese marco teórico. Igual te quiero.

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  7. Cortando un poco todo.
    El que dijo: "solo es sujeto en la medida que hay una estructura, la del lenguaje" fue Lacan. No mezclemos.
    Lo que sí dijo Freud es que hay una inscripción singular de cada uno de los representantes más grosos. Traducimos a idioma civil: cada pibe hace algo con esa cultura que se le impone ya desde el nacimiento.
    Insisto en la NO domesticación (a menos que te dejes)

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  8. Por mi parte, agradecida en que Lacan abandone este pleito. Pero ¿cómo es posible que un cachorrito se resista a la domesticación, si desde que nace es sometido a eso? Qué hacer y cuando, aprendido con castigo-recompensa. Y después sí, verá que hace con sus condicionantes. Pero mientras tanto, no entiendo cómo un bebé puede evitar ser moldeado por los otros. Te agradecería si me explicás un poco más tu punto de vista. Un saludo!

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