sábado, 23 de octubre de 2010

CARTA AL GORDO CON LOS COLORES DE COCA COLA


Querido Papá Noel:

Por favor, yo fui una niña obediente, y ya me cansé de pedirte por la paz mundial y que se acabe el hambre del mundo en vano. Como en breve comienzan las vacaciones masivas de todos los energúmenos que habitamos este planeta quisiera pedirte:

Que a todos los que tiren papelitos en su lugar de veraneo tanto como lo hacen en la ciudad, les salga un salpullido en el medio de la espalda, de esos que pican horrendamente y justo donde no llega la mano.

Que a los que adoptan mascotas para que los niños se diviertan y luego las dejan en el costado de la ruta, ese mismo día un camión los atropelle amputándole las piernas. Y que al día siguiente pase otro camión que los remate. Y sí, que sufran horrores durante la espera.

Que a los que se toman una birrita y dejan el envase tirado, ese que siempre se rompe, se les clave todas las mañanas una astilla debajo de la uña.

Que a los que dejan la bolsita de basura escondida entre los yuyos, a la noche el ángel de la guarda le llene de bolsitas de nylon la garganta.

Que los que aprovechan los pueblos del interior para ir a cabarulos, les de disfunción eréctil de por vida, y de paso, herpes genital.

Que a los que hacen fuego donde está prohibido, este año dios los compense con la lepra.

Por cierto, sé que no existís Papa Noel, que son los padres… así que voy a negociar con mi vieja, y lo que ella no pueda regalarme, conseguiré algún sicario. Pfff.

Con cariño, Nania.

jueves, 21 de octubre de 2010

EL HUMOR NEGRO DE LA VIDA


Estación de José León Suárez, pequeño centro cuasi-legalizado de vendedores ilegales, que ofrecen una gran variedad de artículos de escaso valor y dudosa calidad.

Escenario de pescados recién arrancados del Paraná y jaulas de cotorras comunes devenidas australianas. Crisol de aromas de quesos, salame y tortilla a la parrilla, de fresias para festejar la primavera y crema de menta para la congestión nasal.

Y entre todos ellos, ese hombre, esa ironía que hubiera inventado con gusto, pero la vida me ganó de mano.

Ese hombre que en primavera y verano vende ojotas, y en otoño e invierno, alpargatas. Ese hombre que vendiendo durante el año entero calzado, tiene amputados los pies.